2022: Navegar seguro en familia y en comunidad

Photo by Spencer Watson

Kelly Arévalo

Toronto, Canadá

Cuando inició la pandemia del COVID-19 nunca nos imaginamos que esta situación iba a durar tanto, y a causar tanta incertidumbre y sufrimiento.

En un primer momento, luego de dos terribles olas de contagios comenzamos a hablar y a imaginarnos que pronto llegaríamos a la postpandemia, a la “nueva” realidad. Sin embargo, dos años después, iniciamos el 2022 en Ontario con altísimos números de contagios, con estrictas medidas de emergencia reactivadas, incluyendo la suspensión de clases en persona, y el regreso a la educación en línea para los cerca de dos millones de estudiantes de las escuelas públicas de la provincia.

La situación que ahora enfrentamos es muy diferente a la que vivimos al inicio de la pandemia. Hay una acumulación valiosa de experiencias, aprendizajes y conocimientos, incluyendo importantes avances científicos, que ayudan a tomar mejores decisiones, y a movilizar energías y recursos de una forma más justa y eficiente, para no dejar a nadie en el desamparo, protegiendo la dignidad humana y su entorno natural.

Pero, ¿Lo estamos haciendo? ¿Aprendimos en estos dos años de pandemia a valorar y a dedicarle tiempo a lo que es verdaderamente importante en nuestras vidas? ¿Están los países tomando las decisiones más acertadas?

El Papa Francisco, en su libro La Vida Después de la Pandemia, escribe: “Al igual que los discípulos del Evangelio, nos sorprendió una tormenta inesperada y furiosa. Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente. En esta barca, estamos todos.”

La figura que usa el Papa Francisco, de navegar en esa barca que se enfrenta a una tormenta inesperada y furiosa, es la mejor representación que podemos encontrar de lo que han significado estos tiempos de pandemia.

En la vida nos toca enfrentar todo tipo de situaciones, aprendemos a navegar en mares mansos, pero también a enfrentar tempestades y todo tipo de adversidades. Lo importante es saber mantener o retomar el rumbo, no detenernos, no perder de vista el horizonte, y la mejor manera de lograrlo es apoyándonos unos a otros, forjando respeto y colaboración, manteniendo la serenidad y la esperanza. La vida nos ha enseñado que en este agitado navegar los mejores compañeros de viaje son la familia y la comunidad; y las mejores provisiones para este viaje son la amistad, el amor y la solidaridad. Estos elementos son los que nos ayudan a seguir adelante, a no naufragar.

Recientemente tuve una experiencia familiar aleccionadora, pero sobre todo de esperanza. En vísperas de la navidad, mi hijo de seis años tuvo un fuerte episodio de asma bronquial. La emoción de la llegada del 24 de diciembre, y de tener todo listo para preparar la cena navideña se fue apagando en nuestro hogar al ver que la situación de nuestro hijo se estaba complicando, su temperatura estaba normal, pero él comenzó a quejarse más del dolor de pecho y que se sentía cansado. De ese momento en adelante todo fue una angustia, verlo respirar con gran dificultad y llorar de preocupación fue suficiente para que la mente comenzara a sacar conclusiones, y a pensar en las complicaciones de un caso más de COVID. Lo llevamos de emergencia al hospital en la madrugada, y allí recibimos el día de navidad.

Las enfermeras y el doctor de turno trataron muy bien a mi hijo, le dieron el tratamiento de emergencia y lo mantuvieron en observación hasta que comenzó a superar la crisis respiratoria. En el hospital, aunque no estaba muy ocupado, se sentía el ambiente de máxima alerta con todos los protocolos de pandemia activados; y aun así, me llamó la atención ver a las enfermeras trabajar con mucha serenidad, pude observar el buen trato, incluso escuchar sus palabras de apoyo muy sinceras y amables para los pacientes que los agarró la navidad en la sala de emergencia. Admiro y agradezco su trabajo y dedicación, su virtud de transmitir tranquilidad y calma. Fue el mejor regalo de navidad para nuestra familia, complementado por la buena noticia que mi hijo había salido negativo en la prueba del COVID.

A esas enfermeras, a los equipos médicos, a todos los voluntarios y equipos de salud que han estado junto a las comunidades durante esta pandemia todo mi aprecio y gratitud.

La vida nos recuerda a cada momento, qué es lo verdaderamente importante en este navegar que todos vamos, en cada experiencia se nos muestra la bondad, la vocación y el compromiso de servicio que existen en nuestras comunidades, nos enseña que hay muchas personas, la mayoría, dispuestas a hacer el bien, a derrotar la indiferencia, a practicar el ayudar al prójimo y ser solidario con el otro.

Que este 2022 sea para valorar y fortalecer cada día esos dos grandes tesoros que todos tenemos, la familia y la comunidad.

*Kelly Arévalo, Abogada en El Salvador, con maestría en Derecho Internacional de Empresas y Máster Ejecutivo en Big Data. Ex Cónsul General de El Salvador en Toronto. Fundadora de www.revistasersv.com

Descargar libro PDF: «La Vida Después de la Pandemia», Papa Francisco.

Artículo publicado en el El Centro Newspaper de Toronto, Canadá. 14 de Enero de 2022.

2022: Recuperación postpandemia con rostro de mujer

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Kelly Arévalo

Toronto, Canadá

Recibimos un nuevo año con el optimismo y esperanza que nos caracterizan a los latinoamericanos, llegamos al 2022 llevando en nuestros corazones y en nuestros hombros una tremenda carga física y emocional luego de haber vivido otro año en pandemia.

Hay que llenar nuestras mentes de pensamientos positivos, y deshacernos de aquellas ideas que bloquean nuestra creatividad, crecimiento personal y bienestar emocional.

Me inspira ver a nuestras mujeres emprendedoras, solidarias, empoderadas, que usan toda su creatividad, conocimientos y habilidades, para avanzar, para enfrentar retos y para superar situaciones en tiempos difíciles.

Recientemente visité a una muy buena amiga, Nancy Villeda, quien ahora vive junto a su familia en Montreal. Es una amistad que forjamos durante años en El Salvador. Ella es una de esas personas que inspira, de esas que te llenan de energía y motivan, que saben sacarte una sonrisa y darte la mano cuando estás en apuros o en momentos complicados, y lo que más admiro, es una mujer con una gran capacidad de adaptarse y asumir nuevos retos.

Nancy es una mujer que nunca se rinde, tiene la fortaleza de ver oportunidades aún en momentos difíciles. Ella es abogada, pero además es diplomada en gastronomía y catering, estilista profesional, y una emprendedora ejemplar. Cada proyecto o iniciativa que ella emprende lo hace bien, le impregna pasión y entusiasmo, y en todos estos años que tengo de conocerla ella siempre mantiene su sonrisa, su humildad y la disposición de compartir sus experiencias y consejos con otras mujeres, es una característica natural de ella, apoyar y motivar.

Estoy segura de que cada una de ustedes conoce a una Nancy. Entre nuestras amistades, en la familia, en la comunidad, todas conocemos a esas personas que tienen la cualidad de inspirarnos a seguir adelante. Esto es una gran fortaleza que tenemos que cultivar, apoyarnos entre nosotras, especialmente en este 2022 que será un año de recuperación, un tiempo que nos exigirá mucha innovación, colaboración y solidaridad.

La pandemia del COVID-19 impactó fuertemente a las mujeres, dejando crisis económica, barreras para acceder al empleo, aumento de violencia doméstica, profundización de las desigualdades, incluso en algunos países, retroceso en derechos fundamentales ya conquistados.

Nadine Gasman, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, en México, afirma que las mujeres tendremos más desafíos en la etapa de recuperación post COVID-19, yque estamos ante un replanteamiento del modelo de vida que demanda tener más mujeres en puestos de liderazgo; “tener mujeres como líderes multiplica las maneras de abordar el problema”, afirma correctamente.

La pandemia vino afectar nuestras vidas en muchos aspectos, nos obligó adaptarnos y a usar protocolos diferentes en nuestras relaciones familiares y sociales, los confinamientos sobrecargaron a las mujeres con mayores obligaciones en el hogar, todos estos sacrificios tenemos que transformarlos en fuerza para mejorar las condiciones de vida, ampliar y diversificar las oportunidades de desarrollo, con mayor inclusión y participación activa en la sociedad.

ONU Mujeres, la organización de las Naciones Unidas dedicada a promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, ha reunido suficiente información que demuestra el aporte crucial de las mujeres como fuerza motriz de la recuperación económica y la resiliencia durante la pandemia de COVID-19.

En Canadá, así como en nuestros países de origen, los emprendimientos encabezados por mujeres han aportado significativamente a la recuperación económica y social de nuestras comunidades durante la pandemia. Muchos negocios quebraron, y otros tuvieron que transformarse, innovar para no sucumbir.

La mayoría de las veces emprendemos por necesidad, para muchas mujeres, jefas de hogar, no existe el privilegio o el tiempo de hacer un análisis de mercado o un plan de negocios, simplemente se inicia con lo que se tiene. La presión económica, la falta de empleo, los compromisos del día a día no dejan otra alternativa más que buscar una salida, una acción emprendedora para llevar el sustento y cubrir las necesidades del hogar.

¡Y que tremenda capacidad la que hemos nuevamente desarrollado y puesto en práctica! Basta echar una mirada a la variada, creativa e interminable lista de emprendimientos que se anuncian en las redes sociales locales.

En este 2022 nuestro compromiso tiene que ser apoyar a estos emprendimientos locales. Cuando compres un producto o servicio en estas pequeñas empresas te quedará la satisfacción que estás invirtiendo en el bienestar, en la recuperación económica de una familia, de la comunidad, estarás contribuyendo a hacer realidad los sueños de mujeres como tú, luchadoras, solidarias, cómo mi amiga Nancy en Montreal, que se prepara este nuevo año para abrir su propio negocio, con el apoyo de su familia, y celebrando que Militza su hermana, quien aprendió rápido el francés, se graduó y ahora trabaja como consejera financiera.

Esas son las historias que tenemos que celebrar. Felicito y animo a todas aquellas que están escribiendo historias de superación, son nuestras historias de dignidad que nos llaman a estar más unidas, a forjar mas puentes de colaboración y ayuda mutua.

El 2022 será un año de muchos retos. Nuestra apuesta tiene que ser continuar empoderándonos, exigir se respeten y cumplan nuestros derechos, erradicar la violencia doméstica y todo abuso contra nosotras, abrir mayores oportunidades para superarnos, seguir participando en cada espacio que se nos presente para ir creando comunidades libres de racismo, en donde nuestras familias puedan disfrutar ambientes seguros, inclusivos. Hay que atrevernos a pensar que esto es posible y que juntas podemos lograrlo.

*Kelly Arévalo, Abogada en El Salvador, con maestría en Derecho Internacional de Empresas y Máster Ejecutivo en Big Data. Ex Cónsul General de El Salvador en Toronto. Fundadora de www.revistasersv.com

Artículo publicado en el El Centro Newspaper de Toronto, Canadá. 10 de Diciembre de 2021.

25 de Noviembre: Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer

Kelly Arévalo

Toronto, Canadá

“La violencia contra mujeres y niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo actual”. Naciones Unidas

En 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 25 de noviembre Día Internacional de la Eliminación De La Violencia Contra La Mujer, haciendo un llamado para organizar ese día actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública respecto del problema de la violencia contra la mujer.

La conmemoración del 25 de noviembre, tiene a su base dos antecedentes importantes en Naciones Unidas: la aprobación en 1979 de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, y la adopción en 1993 de la Resolución para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que define este tipo de violencia como “todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la vida privada”. 

El poder de las mariposas

Para nosotras las mujeres latinoamericanas la conmemoración del #25N tiene un significado muy especial, ya que fue el movimiento de mujeres de nuestros países quienes en 1981, en el Primer Encuentro Feminista de Latinoamérica y el Caribe celebrado en Bogotá, Colombia, decidieron con mucha valentía designar el 25 de Noviembre Día Internacional de la Eliminación De La Violencia Contra La Mujer. Fue una reafirmación de lucha y un homenaje a Minerva, Patria y María Teresa Mirabal, tres hermanas y mujeres revolucionarias, conocidas como las mariposas, que fueron asesinadas un 25 de noviembre de 1960 por orden del dictador Rafael Trujillo en la República Dominicana.

A ese histórico Primer Encuentro Feminista de Latinoamérica y el Caribe celebrado en en 1981, asistieron cerca de 300 mujeres provenientes de más de 12 países de la región, incluyendo varias mujeres chilenas exiliadas en Canadá. También participaron mujeres de Estados Unidos y de varios países europeos. “Hemos borrado las fronteras recorriendo nuestros caminos, atravesando el mar, para reencontrarnos aquí en la solidaridad de mujeres que luchamos, no sintiéndonos extranjeras por nuestras diferentes nacionalidades, nuestras culturas, nuestras lenguas. Hemos logrado romper estos esquemas de pertenencia a un país, a un padre: lo que nos puede hacer sentir extranjeras es el Discurso”. expresó una de las participantes de ese encuentro.

Un futuro sin violencia contra la mujer es posible

La violencia contra las mujeres y niñas por décadas ha sido denunciada como la silenciosa pandemia. Las mujeres sufrimos diversos tipos de violencia en las diferentes etapas de nuestras vidas, y se manifiesta en muchas formas, en el hogar, en el trabajo, en la escuela, en la comunidad, en la política y ahora lo vemos de forma peligrosa en los espacios digitales donde interactuamos.

Con el fin de concientizar, este año Naciones Unidas promueve el día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la mujer con el lema: Pinta el mundo de naranja: ¡Pongamos fin a la violencia contra las mujeres YA!

LA ONU señala que una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido algún tipo de violencia, y que este fenómeno aumenta en los tiempos de crisis como la actual pandemia del COVD-19. Si vemos las estadísticas de cuantas mujeres y niñas son violentadas diariamente, lejos de ir disminuyendo las cifras van en incremento, el confinamiento obligó a muchas mujeres a permanecer con sus agresores.

Como mujeres debemos estar alertas a las primeras señales de violencia, esta puede ser sexual, física, psicológica y económica, violencia que nos lleva a quedarnos calladas. En nuestras sociedades las mujeres enfrentamos a diario violencia y discriminación de género: brecha salarial, baja representación política de las mujeres, prejuicios y el rol que la sociedad le da a las mujeres, todo esto es violencia y es nuestro deber denunciarlo.

La violencia contra la mujeres y niñas no distingue clases sociales, origen, educación, religión, existen sectores más vulnerables como las niñas, las adultas mayores, las que sufren algún tipo de discapacidad, migrantes, indígenas, la comunidad LGBTI, entre otras.

Es también preocupante el retroceso en países de América Latina en el tema de igualdad de género, con legislación regresiva y acciones autoritarias, alza de feminicidios, desapariciones, violencia económica, migración forzada. La violencia contra la mujer aparece ahora incluso en el lenguaje de funcionarios que fomentan el odio, crean ambientes hostiles y de violencia contra las mujeres.

Detener y prevenir esta otra pandemia es tarea de todas y todos, pero sobre todo romper el silencio, no callar frente al más mínimo abuso, venga de donde venga, en la comunidad estar alertas a cuidarnos entre nosotras,  y creer en cada mujer, joven y niña que manifiesta ser violentada, pero sobre todo exigir a los gobiernos en legislar y proporcionar los recursos necesarios para erradicar la violencia en contra de nosotras, no basta solo tener una ley sino hacerla cumplir.

Tenemos todavía mucho que hacer, como afirma la ONU: “la violencia contra las mujeres es un obstáculo para construir sociedades inclusivas y sostenibles. Es imposible que una sociedad florezca si la mitad de la población vive con miedo de ser agredida. Conmemorar este 25 de Noviembre significa alzarse en contra de la violencia de género, levantar unidas nuestra voz, educar y luchar para eliminar la discriminación y el machismo que tanta violencia y daño nos sigue ocasionando.

*Kelly Arévalo, Abogada en El Salvador, con maestría en Derecho Internacional de Empresas y Máster Ejecutivo en Big Data. Ex Cónsul General de El Salvador en Toronto. Fundadora de www.revistasersv.com

Artículo publicado en el El Centro Newspaper de Toronto, Canadá. 25 de Noviembre de 2021.

Conversando entre Amigas

Photo by Vonecia Carswell

Kelly Arévalo

Toronto, Canadá

Recientemente con un grupo de amigas tuvimos un intercambio muy sincero sobre nuestras experiencias y vivencias como mujeres migrantes. Aunque lo hicimos por medio de chats y llamadas telefónicas, como nos ha acostumbrado la pandemia a comunicarnos, tuvimos la oportunidad de recordar anécdotas, reírnos, pero también reflexionar sobre los desafíos y las decisiones difíciles que nos toca tomar como mujeres.

Todas coincidimos, independientemente de las razones que nos trajeron a estas tierras del norte, que llegamos con ganas de superarnos, con sueños y esperanzas, con ánimos suficientes para enfrentar los temores, la nostalgia de la familia, amistades y de la cultura que uno deja.

En el camino, poco a poco vamos encontrando barreras y dificultades que parecen por momentos ser pruebas insuperables, y se nos vienen la frustración, el desánimo, esos bajones que en mi opinión toman características muy complicadas para nosotras las mujeres.

Dejando a un lado la barrera del idioma, adaptarse e integrarse al llegar a Canadá, país que hemos elegido muchos latinoamericanos para residir, es un proceso largo y complejo para todos, sin embargo, para las mujeres muchas veces representa un doble desafío. La migración impacta de forma diferente cuando la analizamos desde una perspectiva de género.

Según estudios realizados por ONU Mujeres, la condición de vulnerabilidad se acentúa por la intersección de múltiples discriminaciones, basadas por el origen étnico, situación socioeconómica, nacionalidad, edad, estatus migratorio y las cualidades que se perciben asociadas a su género.

Estas situaciones de discriminación y exclusión se nos presentan en los espacios que interactuamos, en los lugares de trabajo, al interior de la familia, incluso muchas veces las propias mujeres no se reconocen como sujetas de derechos.

Las causas de la migración pueden ser múltiples, entre ellas destacan: escapar de situaciones de violencia, guerras, desastres ambientales, persecución, o para encontrar mejores oportunidades de desarrollo, tranquilidad, bienestar personal y familiar. La migración es un derecho humano según la Declaración Universal de Derechos Humanos, en su artículo 13 No 2 “Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.”

No hay que olvidar, que existe un alto porcentaje de mujeres refugiadas que viven o migran a diferentes partes del mundo, enfrentando desplazamiento forzado, discriminación y violencia. Seguiremos dando la batalla cada día para construir una vida digna, con pleno desarrollo y bienestar para que se respeten nuestros derechos.

Las mujeres desempeñamos un papel importantísimo en el desarrollo de las comunidades y en la economía de los países a los que migramos, además en nuestros países de origen a través de las remesas que se envían. Aún así, la igualdad de género y el cumplimiento de los derechos humanos siguen siendo uno de los mayores desafíos.

En la conversación que tuvimos entre amigas, hablamos de lo difícil que es en Canadá para las madres tener acceso a servicios de guardería. En el caso de la provincia de Ontario los precios son altísimos, cerca de mil dólares al mes, lo que hace que muchas madres opten por renunciar a sus trabajos para poder dedicarse al cuido de sus hijos en casa.

Otra barrera que ha existido por décadas y a la que los gobiernos no logran dar una solución práctica, es a la falta de “experiencia laboral canadiense”. Esta situación impide que muchas mujeres profesionales migrantes no logren insertarse en sus campos de trabajo, esto se complica aún más con el burocratismo y la poca información disponible sobre el proceso de equivalencias y validación de credenciales académicas.

Al momento de insertarse en la vida laboral se reducen las opciones, y la mayoría de los puestos de trabajo disponibles ofrecen salarios mínimos, con poco margen de superación.

La situación migratoria es determinante en el acceso a muchos de los servicios y programas que ofrece el gobierno y los centros comunitarios. Aprendizaje del idioma, participación en cursos de certificación de oficios, entrenamiento profesional, segunda carrera, apoyos a emprendimientos, beneficios para los niños, seguro médico, muchas de estas opciones están vetadas para las mujeres que no tengan regularizado su estatus migratorio. Es una tremenda injusticia, y una cuantiosa pérdida de capacidades, conocimientos y recursos que pudiera utilizar Canadá para su desarrollo.

Nos falta mucho avanzar para lograr una plena participación y el cumplimiento de los derechos para las mujeres migrantes. Esta realidad obliga a tomar decisiones difíciles que implican no solamente ir posponiendo, sino también renunciar a muchos de esos sueños y aspiraciones con las que llegamos las mujeres migrantes.

Creo que una de las mejores cosas que podemos hacer para mantener nuestras almas guerreras llenas de ilusión, ánimos y optimismo, es conversar entre nosotras, crecer en confianza, hablar con sinceridad sobre estas barreras y desafíos que encontramos en nuestros caminos, ayudarnos entre nosotras, compartir consejos, información sobre servicios disponibles, compartir experiencias, especialmente con las mujeres y familias recién llegadas.

Y lo más importante, incidir y participar en cualquier espacio en el que tengamos la oportunidad de hacerlo, en la escuela de nuestros hijos, en el edificio, en el centro comunitario, en los programas municipales, hagamos sentir nuestra voz y nuestros derechos. Para las que tienen el privilegio de votar, apoyen a candidatas o candidatos que nos acompañen en esta lucha por la igualdad y la dignidad.

Las mujeres hemos luchado desde siempre, como migrantes el gran reto es mantenernos unidas en solidaridad y aprecio mutuo, romper con el aislamiento y construir juntas mayores oportunidades para el bienestar y desarrollo de nosotras, de nuestras familias y nuestras comunidades.

*Kelly Arévalo, Abogada en El Salvador, con maestría en Derecho Internacional de Empresas y Máster Ejecutivo en Big Data. Ex Cónsul General de El Salvador en Toronto. Fundadora de www.revistasersv.com

Artículo publicado en el El Centro Newspaper de Toronto, Canadá. 11 de Noviembre de 2021.

Maternidad en pandemia

Photo by Manuel Schinner

Kelly Arévalo

Toronto, Canadá

El nacimiento de un bebé es una vivencia transformadora, un acontecimiento lleno de sentimientos que conmueve profundamente, es una experiencia única, llena de amor y ternura que reafirma el inseparable vínculo entre la madre y su hija o hijo.

El contacto físico, piel con piel, y el inicio de la lactancia materna son pasos fundamentales en esta primera etapa de vida para un desarrollo sano y seguro del recién nacido junto a su madre y familia.

Pero las alegrías y expectativas que se viven durante el embarazo y la maternidad también se cruzan con muchos temores e incertidumbres, con duras realidades. Cada mujer, cada hogar experimenta condiciones diferentes, y tristemente en muchas ocasiones la magia de la maternidad choca con ansiedades, temores reales por posible pérdida de empleo, inseguridad alimentaria y de vivienda, violencia doméstica, prejuicios, exclusión.

Esas ansiedades e incertidumbres que a muchas madres les toca enfrentar en “tiempos normales”, han aumentado enormemente durante la pandemia del COVID-19.

Los que debutaron como papás o mamás en medio de esta crisis sanitaria mundial, han tenido que adaptarse a los nuevos protocolos y hacer frente a numerosos obstáculos y limitaciones. Familiares y amigos han tenido que esperar un buen tiempo antes de poder conocer y visitar al recién nacido. En hospitales, durante el parto muchas madres no pudieron tener la presencia física y el apoyo de la proximidad de su pareja. Muchas madres y sus recién nacidos contaron únicamente con la compañía de médicos y enfermeras, no tuvieron la experiencia de las visitas de familiares y amigos cercanos, de los abrazos y muestras de felicidad en esos momentos especiales.

Con la pandemia aprendimos a llevar nuestras vidas con normativas y rutinas diferentes, y en nuestras platicas cotidianas comenzamos a usar vocabulario de pandemia, se nos hizo común hablar de distanciamiento social, cuarentena, aislamiento. Sin embargo, una de las que más impacta es la palabra Cuarentenials, un término usado en varios países para referirse a los niños nacidos durante la  pandemia, a esas niñas y niños que nacieron marcados por la obligación de vivir en confinamiento, con entornos sociales muy reducidos, y con gran dependencia en los dispositivos digitales de comunicación.

Lorena una amiga salvadoreña que vive en Toronto, tuvo la experiencia de ser madre y tener a su bebé en los tiempos más duros de la pandemia. Ella me cuenta sobre las medidas extremas impuestas en la sala de partos, de sus temores y preocupaciones pues era su primer bebe. Luego le tocó vivir en aislamiento social impuesto por la ciudad, pasando esas primeras semanas de maternidad solo con su bebé y su esposo. Lorena tuvo la suerte de que su madre había viajado de El Salvador para apoyarla unos días y tuvo que extender su estadía por el cierre de aeropuertos.

Lorena, igual que muchas madres, tuvo que trabajar desde casa, y como mamá primeriza ir aprendiendo casi en solitario sobre el cuido del bebé, sobrellevar niveles de ansiedad, y pensar como todo ese ambiente podía afectar el desarrollo de su adorable bebé, Lukas. En ese momento muchos servicios esenciales se vieron afectados, incluyendo el cierre de guarderías, que además es un servicio con un costo muy alto en la provincia de Ontario. A Lorena le correspondió priorizar el cuido y desarrollo de su bebe y eso la llevó a renunciar a su trabajo.

Lukas, un bebé cuarentenial, que a pesar de haber vivido su primer año bajo las medidas de distanciamiento social y confinamiento, es un niño sano y bien desarrollado, siempre con una sonrisa adorable. Ha tenido lactancia materna a libre demanda y ha estado siempre con su mamá las 24 horas del día. Lukas, ha recibido todo el cariño de sus padres, familia y amistades, pero a Lukas como a muchos bebés de la pandemia les tocó desarrollarse sin poder experimentar en plenitud algo fundamental para esta etapa, la interacción social con otros niños y con la comunidad.

Las madres y los padres han usado su imaginación y han puesto las mejores energías para que los niños crezcan alegres y se desarrollen adecuadamente, haciendo uso del juego, la estimulación sensorial y el disfrute de compartir en familia y disfrutar la naturaleza. Ha sido todo un aprendizaje para ir fortaleciendo esos indestructibles y amorosos vínculos madre-hijo.

A medida que aumentan los niveles de vacunación y continúan las medidas de prevención, los riesgos de contagio disminuyen, sin embargo el virus aún sigue siendo una seria amenaza.

Recientemente viví muy de cerca esta dura realidad. Mi hermana, quien vive en El Salvador, se contagió con el COVID-19 dos semanas después de dar a luz a su bebita Emma. Fue una dura noticia que conmocionó a toda la familia, aparte de las preocupaciones y temores, me dio mucho pesar ver a mi hermana, en su primera experiencia de madre, esperando en esas horas de enfermedad ver como se le desarrollaba el virus y no poder quitarse la mascarilla para sonreírle y mimar a su bebé.

Tener la vacunación completa le ayudó a mi hermana a que sus síntomas fueran leves, y la bebé no adquirió el virus. Fue una preocupación tremenda, pero nos ayudó mucho el apoyo emocional entre todos, y seguir las recomendaciones médicas. Esta experiencia sin duda ha impactado la vida de mi hermana, su linda bebé y su familia.

La OMS recomienda que en los casos de sospecha o casos confirmados de madres con COVID-1 no interrumpir la lactancia materna y mantener el contacto piel con piel con recién nacidos. La directora de la Organización Panamericana de la Salud ha informado que las vacunas aprobadas por la OMS son seguras de administrar durante el embarazo, y según estudios preliminares las mujeres que se vacunaron en el periodo del embarazo transmitieron anticuerpos al recién nacido.

Es muy temprano todavía para conocer los impactos, negativos o positivos, y saber cómo van a afectar a los bebés de la pandemia. Lo importante es garantizarles las mejores condiciones y brindarles todo el apoyo y aprecio a las madres y sus bebés en estos tiempos inéditos que nos tocó vivir.

*Kelly Arévalo, Abogada en El Salvador, con maestría en Derecho Internacional de Empresas y Máster Ejecutivo en Big Data. Ex Cónsul General de El Salvador en Toronto. Fundadora de www.revistasersv.com

Artículo publicado en el El Centro Newspaper de Toronto, Canadá. 29 de Octubre de 2021.

La herencia latinoamericana en Canadá

Photo by AJ Gallagher

Kelly Arévalo

Toronto, Canadá

Es un justo y merecido reconocimiento que Canadá tenga un mes dedicado a la herencia latinoamericana. La designación fue aprobada por unanimidad por el parlamento canadiense en 2018, declarando Octubre como Mes de la Herencia Latinoamericana, por la significativa contribución en lo cultural, social, económico y político a la sociedad canadiense.

A pesar de que la pandemia del COVID-19 ha limitado poder realizar eventos públicos, nuestras comunidades canadienses-latinoamericanas han sabido ingeniárselas para no dejar pasar de largo esta importante fecha, usando transmisiones en línea y formas muy creativas, asegurando que durante este mes se expresen con energía la diversidad y pluralidad, la riqueza cultural, la alegría, tradiciones y el optimismo que nos caracterizan.

La designación del mes de la herencia latinoamericana es un hecho histórico que marca una etapa de mayor integración y participación en la sociedad canadiense. Es además un logro conquistado por nuestras comunidades junto a sus liderazgos, asociaciones y organizaciones, que han sabido ganarse el aprecio, respeto y el apoyo de muchos aliados de los diferentes sectores de la sociedad canadiense, público, privado, ciudadano, religioso y político.

Los datos estadísticos oficiales y la información propia de las comunidades indican que somos cerca de un millón de hispanos o latinoamericanos en Canadá, y encontramos ahora a tres generaciones desde la llegada en la década de 1970 de familias y grupos migrantes que fueron forzados al exilio por la represión y la persecución política de las dictaduras militares de Sur América.

Hay que señalar que este año conmemoramos el mes de la Herencia Latinoamericana no solo en medio de la pandemia del COVID-19, sino también en el umbral de conmemorar el cincuenta aniversario del arribo de la primera ola de inmigrantes latinoamericanos a Canadá.

En estas últimas cinco décadas, y con la llegada en los últimos años de familias jóvenes y profesionales, las y los latinoamericanos continúan aportado enormemente al desarrollo de la sociedad canadiense, destacando en todos los campos, en el académico, cultural, económico, productivo, el arte, la gastronomía, el deporte, la política, la ciencia, literatura, la educación y los derechos humanos.

Cada mes de la Herencia Latinoamericana debe servirnos también para recordar y celebrar la vida y el legado de tantos hombres y mujeres, hijos e hijas herederas de la dignidad, rebeldía y libertad de nuestra patria grande latinoamericana, indígena y pluricultural, que contribuyen al pleno desarrollo de la sociedad canadiense.

En este mes, conozcamos el legado y dediquemos un sentido homenaje póstumo a un destacado latinoamericano, muy querido, incansable luchador por los derechos humanos y la justicia social, Francisco Rico-Martínez, quien falleció el 13 de Agosto del presente año en Toronto.

Francisco Rico-Martínez, salvadoreño, llegó como refugiado a Canadá en 1989. Desde su arribo a Toronto continuó con su trabajo por la defensa de los derechos humanos y junto a su esposa Loly Rico fundaron el Centro para Refugiados FCJ. Un proyecto que creció, echó fuertes raíces, y treinta años después es un árbol frondoso que ha dado muchos frutos que nutren de compasión y dignidad a la sociedad canadiense. El FCJ seguirá brindando acompañamiento y esperanza a miles de refugiados y continuará siendo referente en el tema migrante, especialmente ahora que vivimos tiempos de incertidumbre y de muchos desplazamientos forzados internacionales, y que necesitamos de un amplio debate y participación para poder dar respuestas justas y oportunas.

Son innumerables los valiosos aportes de los inmigrantes de los países latinoamericanos a Canadá, muchos lo han hecho de forma anónima, y tiene que ser una labor permanente, en cada ciudad o lugar que estemos, rescatar y conmemorar esas valiosas contribuciones.

En lo político, vemos en cada nueva contienda electoral una mayor participación de candidatas y candidatos de origen latinoamericano. Esa es otra clara señal de cómo los latinoamericanos seguimos abriendo espacios y aportando en todos los campos.

La acertada argumentación por el parlamento canadiense para designar el mes de la Herencia Latinoamericana, fue nuevamente ratificada durante la pandemia del COVID-19.

Durante estos tiempos difíciles de luto y pandemia que vivimos, miles de latinoamericanos demostraron entrega y liderazgo al sumarse en todo Canadá a equipos de voluntarios para ayudar a familias en sus comunidades, colaborando en bancos de comida, campañas educativas para prevenir contagios, apoyo emocional, para mencionar algunos ejemplos.

Igualmente organizaciones comunitarias, voluntarios, trabajadores comunitarios, trabajadores de la salud latinoamericanos han estado heroicamente en primera línea realizando campañas de vacunación en sectores y comunidades. A todas esas mujeres y hombres, a esos líderes comunitarios y religiosos, a esa juventud que no dudó en sumarse a combatir el virus del COVID-19, a nuestros medios de comunicación que han colaborado con las autoridades de salud a todo nivel, la solidaridad es uno de los valores mas valiosos de nuestra  comunidad, un merecido reconocimiento en el mes de la Herencia Latinoamérica.

El reconocimiento también tiene que ser extensivo para los trabajadores agrícolas migrantes y para los miles de trabajadores de origen latinoamericano, que con sacrificios y muchos riesgos contribuyeron en los peores momentos de la pandemia a mantener funcionando el aparato económico-productivo, con su trabajo permitieron que el flujo de alimentos no se interrumpiera y garantizar el funcionamiento de muchos servicios esenciales para toda la sociedad canadiense.

Los latinoamericanos-canadienses han dejado huella y seguirán aportando significativamente al desarrollo, a la identidad y al bienestar de Canadá. Quedan muchos retos y muchos espacios por asumir, pero no hay duda que tenemos muchas razones para conmemorar y celebrar con mucho orgullo esta fecha.

Felicitaciones en el Mes de la Herencia Latinoamericana.

*Kelly Arévalo, Abogada en El Salvador, con maestría en Derecho Internacional de Empresas y Máster Ejecutivo en Big Data. Ex Cónsul General de El Salvador en Toronto. Fundadora de www.revistasersv.com

Artículo publicado en el El Centro Newspaper de Toronto, Canadá. 14 de Octubre de 2021.

Nutrición Escolar Saludable

Photo by CDC

Kelly Arévalo

Toronto, Canadá

Con el inicio del año escolar los padres dedicamos mucha atención para asegurarnos que nuestros hijos e hijas tengan lista su mochila, los útiles escolares, los uniformes, la ropa apropiada para la estación y por supuesto las infaltables mascarillas de estos tiempos de pandemia, pero ¿Ponemos el mismo interés y dedicación para organizar y prepararles una lonchera escolar saludable?   

La mayoría de los estudiantes de las escuelas públicas han iniciado el nuevo año académico en modalidad presencial, y aunque pareciera que han regresado a la normalidad eso no es del todo cierto. Regresan a clases bajo distanciamiento social, estrictas normas biosanitarias, ajustes al currículo y suspensión de algunas actividades, incluyendo programas de alimentación escolar.

En todos los niveles, pero principalmente para los niños y niñas de kindergarten y educación primaria, es fundamental garantizarles una alimentación variadasaludable y divertida. En las escuelas de Ontario, los estudiantes toman dos refrigerios y el almuerzo, la jornada diaria escolar es larga, es de aproximadamente siete horas, por lo que hay que tratar que tomen un buen desayuno antes de irse a la escuela.

Existen muchos materiales educativos y guías para padres de como preparar y qué alimentos incluir en una lonchera saludable. Los distritos escolares, los gobiernos municipales, provinciales y federal han desarrollado excelentes materiales informativos para guiarnos en esta tarea.

Nuestras amigas y la familia son también una excelente fuente de información y de buenos consejos que pueden ayudarnos a preparar refrigerios y almuerzos para la escuela no solamente saludables, sino también que incorporen deliciosos bocadillos y algunas comidas de nuestros países de origen, de esos platillos y recetas que tanto adoran nuestros hijos. En mi caso, a mi hijo de seis años le encanta llevar para su primer refrigerio plátano frito con azúcar y canela, y pan con frijoles molidos, es parte de su identidad salvadoreña.

La lonchera saludable tiene que incluir los grupos de alimentos necesarios para una alimentación saludable y balanceada: proteínas, carbohidratos, frutas y vegetales. Además, dar preferencia a pan integral y granos enteros, tratando de evitar las bebidas azucaradas y los alimentos refinados y procesados con sabores y colores artificiales. Incluir siempre la botella de agua fresca, parte indispensable de la lonchera escolar.

Nelly Hidalgo, una buena amiga mía que vive con su familia en Toronto, me dio varios consejos útiles que deseo compartir con ustedes, ella es mamá de dos niños, uno de trece y el otro de siete, realizó estudios en Tecnología de Alimentos en El Salvador.

Un consejo muy importante que comparte Nelly es planificar el menú semanal, igualmente recomienda involucrar a los niños en la preparación de las comidas.

Vale recordar que es en la infancia cuando se forman buenos o malos hábitos alimentarios, y de allí la importancia de aprender a consumir alimentos variados y nutritivos. La guía alimentaria de Ontario señala los beneficios de una alimentación saludable para ayudar a prevenir enfermedades como la diabetes y la hipertensión.

Otro elemento para considerar es saber elegir y comprar recipientes apropiados, en tamaño y sistema de cierre, correspondientes a la edad del estudiante, hay que incluir depósitos térmicos. Muchos niños toman el refrigerio en sus escritorios y se beneficiarán de llevar recipientes seguros y fáciles de usar ya que no necesitarán ayuda para abrir o cerrarlos, o para consumir los alimentos.

Preparar una lonchera saludable es un desafío y un aprendizaje permanente, como madre siento un gran logro cuando mi hijo se come todo y regresa a casa con sus recipientes vacíos. No todos los días sucede eso, pero así aprendemos juntos a cuidar y nutrir nuestros cuerpos, y a ir construyendo una alegre y sólida relación familiar.

Nelly aconseja evitar incluir en la lonchera escolar comidas que tengan olores muy fuertes, o que sean complicados para manipularlos. En lo posible que los alimentos vayan partidos en porciones fáciles de consumir. Y para evitar el “aburrimiento” de llevar siempre la misma comida, experimentar con formas, colores y sabores variados, naturales y siempre manteniendo el nivel nutritivo.

El Programa de Escuelas Saludables de la Región de York, señala los múltiples beneficios para los estudiantes al comer saludable: contribuye a un mejor rendimiento académico y ayuda a mantener una buena salud física y mental. Alimentarse bien durante el día les permite mantener niveles óptimos de energía para permanecer activos, reducir el estrés, pensar con claridad y sacarle el mejor provecho a la jornada escolar. “Lo que los estudiantes comen y beben afecta las funciones cerebrales, las investigaciones científicas han demostrado el vínculo entre comer saludable y reducir los síntomas de ansiedad y depresión. Involucrar a los estudiantes en el tema de nutrición les permite mejorar sus habilidades y fortalezas, eleva la autoestima y confianza”, explican los especialistas de la Región de York.

El acceso a la educación pública y de calidad es un derecho humano fundamental. La pandemia del COVID-19 ha golpeado fuertemente los sistemas educativos, de acuerdo con Naciones Unidas a nivel global 370 millones de estudiantes han sido afectados en sus programas de alimentación escolar, impactando su desempeño académico y permanencia en la escuela, además muchos estudiantes dependen de estos programas para complementar su nutrición diaria.

Como madre migrante aprecio cada vez más los esfuerzos que las maestras y todo el sistema educativo hacen para que nuestros hijos e hijas puedan continuar sus estudios en estos tiempos complicados de pandemia. Los estudiantes también están haciendo grandes sacrificios, poniendo voluntad y empeño, hay que continuar brindándoles comprensión y apoyo, esto implica involucrarnos más como padres y madres en saber cómo les va cada día en la escuela, conversar, escucharlos, y estar atentos a la comunicación que envían a casa los maestros y la dirección de la escuela. Vivimos tiempos con altos niveles de incertidumbre que demandan mayor unidad familiar y apoyo de la comunidad.

*Kelly Arévalo, Abogada en El Salvador, con maestría en Derecho Internacional de Empresas y Máster Ejecutivo en Big Data. Ex Cónsul General de El Salvador en Toronto. Fundadora de www.revistasersv.com

Artículo publicado en el El Centro Newspaper de Toronto, Canadá. 30 de Septiembre de 2021.

Expectativas y temores del regreso a la escuela

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Kelly Arévalo

Toronto, Canadá

Llegó el día que todos los padres y madres esperamos con tantas ansias para nuestros hijos, el retorno a clases. Cada inicio de año escolar está siempre lleno de alegrías y emociones que nos dejan gratos recuerdos familiares, es una época que cambia como las estaciones y deja huella del paso del tiempo en nuestras vidas.

Por segundo año consecutivo, el regreso a las aulas este septiembre de 2021 ocurre bajo la sombra de la pandemia del COVID-19 y el embate de una cuarta ola de contagios. ¿Qué niveles de normalidad tendremos en este nuevo año académico? ¿Podrán los estudiantes completar en persona sus estudios o tendrán que tomar períodos de escuela virtual? ¿Qué impactos ha dejado en los estudiantes todo este tiempo de vivir en modo pandemia? Son muchísimas las interrogantes que nos preocupan a todos en estos momentos de retorno a clases.

El tiempo en pandemia hizo que muchos niños y niñas pasarán por muchos meses casi todo su tiempo con sus padres, con una limitada interacción social más allá de su círculo familiar inmediato. Esta realidad sin duda afectará en diferentes niveles, de acuerdo a la edad, el regreso a las aulas. Para muchos en kínder y primaria el ritual del desapego será diferente este año, pronto iremos conociendo el impacto real de la pandemia en las comunidades educativas.

En mi experiencia y la de algunas amigas madres de familia, en este regreso a la escuela ha prevalecido una anticipada alegría de los estudiantes de volver a encontrarse con sus compañeros de clase, poder estar junto con sus compañeros que tanto extrañaron durante más de un año, compartir, jugar al aire libre. Sin embargo, esas  expectativas en muchos casos chocarán con las incertidumbres y ansiedades sobre lo que puede traer este nuevo año escolar.

Será un proceso de adaptación gradual, aprender y cumplir los protocolos y normas de bioseguridad a seguir en la escuela. Las expectativas del retorno a la escuela creadas después de un largo año en aprendizaje remoto pueden desinflarse si no se concretan en la nueva vida escolar presencial. Un aspecto para este 2021 es un mayor grado de movilidad de estudiantes debido a que algunas familias han cambiado de lugar de residencia por razones laborales y la pandemia. Esto lo ha experimentado mi hijo, quien recién inicia su primer grado, y que se ha llevado una sorpresa no muy agradable al saber que dos de sus mejores amigos de kínder se cambiaron de escuela, y un tercer compañero también los dejará en unas semanas porque su familia se trasladará a otra parte de la ciudad. Las expectativas de muchos estudiantes de diferentes edades tendrán que enfrentar realidades como esta, poniendo nuevos desafíos a maestros y a todo el proceso de enseñanza-aprendizaje, por ejemplo estudios recientes señalan que los niveles de atención y concentración de los estudiantes han sido afectados por la pandemia.

En la provincia de Ontario otro aspecto que ha sonado mucho en estos primeros días del nuevo año escolar en pandemia es el aumento del número de estudiantes por clase y la proporción de maestras y maestros que los atienden, esto afecta la calidad educativa. Igualmente preocupante es la urgente necesidad de mejorar y actualizar los sistemas de circulación de aire en muchas escuelas públicas. En unas semanas el invierno obligará a encender en las escuelas los sistemas de calefacción y a cerrar muchas ventanas impidiendo la circulación natural de aire fresco, coincidiendo esto con la temporada de resfríos y gripes propias de esta época. En la práctica esto se traducirá en un mayor tensionamiento político entre autoridades gubernamentales, docentes y administradores educativos, padres y madres de familia, estudiantes, sobre las prioridades de inversión y la toma de decisiones apropiadas al momento que vivimos.

Por si esto fuera poco para anticipar un año educativo complejo, está el tema de la vacunación de estudiantes. Un buen porcentaje de alumnos de doce años o mayores ya han recibido su primera o segunda dosis, y las autoridades de salud están preparando nuevas directrices para iniciar en el 2022, o antes, una posible campaña de vacunación a partir de los cinco años. ¡Qué más podemos esperar para poder hablar de expectativas y temores del regreso a clases!

El camino que hemos recorrido en esta pandemia ha sido largo y de muchos sacrificios. Hemos aprendido, nos hemos adaptado, hemos dado y seguiremos dando la batalla con muchas ganas para nunca dejarnos vencer, y para lograrlo necesitamos seguir cultivando amistad alegre y fraterna.

Como latinoamericanos, como migrantes, necesitamos continuar fortaleciendo la solidaridad en nuestras comunidades. Los trabajadores de la salud, las y los voluntarios que se pusieron desde los momentos más difíciles de la pandemia en primera línea para llevar la campaña de vacunación a todos los lugares y a todas las personas, independientemente del estatus migratorio o cualquier otra barrera, son un ejemplo para saber encontrar fortaleza y optimismo en tiempos de incertidumbre.

Este nuevo regreso a la escuela, ya sea presencial o virtual, será siempre mejor aprovechado por los estudiantes en la medida que les brindemos apoyo y comprensión en  nuestros hogares y en la comunidad, practiquemos estos valores y actitudes en abundancia.

*Kelly Arévalo, Abogada en El Salvador, con maestría en Derecho Internacional de Empresas y Máster Ejecutivo en Big Data. Ex Cónsul General de El Salvador en Toronto. Fundadora de www.revistasersv.com

Artículo publicado en el El Centro Newspaper de Toronto, Canadá. 16 de Septiembre de 2021.

¿Tiempo en pantalla o tiempo en familia?

Photo by Rodion Kutsaev

Kelly Arévalo

Toronto, Canadá

Existe un permanente debate y una colorida – o acalorada – discusión entre amistades y en muchas familias al hablar sobre el impacto, positivo y negativo, del uso de la tecnología y el tiempo en pantalla para el aprendizaje y las relaciones interpersonales.

Como en todas las cosas y situaciones con las que interactuamos a diario, existen beneficios, ventajas y hábitos, igual que riesgos, abusos y prejuicios, de la misma manera el uso de la tecnología y sus aplicaciones pueden potenciar el aprendizaje y enriquecer las relaciones interpersonales, pero también pueden perjudicarlas.

Investigaciones de la Academia Estadounidense de Pediatría y diferentes estudios señalan el aumento del tiempo que niños y adolescentes pasan frente a pantallas. Los resultados indican un promedio de 8 a 10 horas diarias frente a la televisión, consolas y aparatos videojuegos, computadoras, celulares o iPad.

Los dispositivos han penetrado todos los rincones de nuestras casas. Este omnipresente ecosistema digital presenta una infinidad de oportunidades, pero también de distracciones, obstaculizando o favoreciendo el aprendizaje y las habilidades sociales. ¿Cuáles son los límites del tiempo en pantalla? ¿Cómo podemos sacar el mejor provecho del uso de la tecnología en nuestros hogares?

La verdad es que más que preocuparnos por la “cantidad de horas” frente a pantalla es mejor poner atención a los mensajes y contenidos a los que están expuestos a diario nuestros hijos en sus equipos y dispositivos móviles. Por ejemplo, no es lo mismo dedicar tres horas a programas educativos, creativos o usar software productivo, que pasar tres horas de doomscrolling viendo historias y noticias negativas, incluso falsas, que producen ansiedad, cólera o tristeza.

En el caso de los niños, hay que tomar en cuenta que la mayoría de las plataformas digitales y aplicaciones “gratis” los bombardean constantemente con anuncios y mensajes que los inducen a reproducir hábitos de consumo y a identificarse con estilos de vida y marcas. Estos son solamente algunos ejemplos de los riesgos y de la complejidad del mundo digital y virtual con el que ahora convivimos en nuestras casas.

Los adultos también hemos experimentado una mayor dependencia del tiempo en pantalla. La pandemia del COVID-19 aceleró y a masificó aún más esta situación. La educación virtual, el trabajo remoto, la proliferación y uso de aplicaciones, y la adicción a las redes sociales se convirtieron en “la ruta de salvación” ante el distanciamiento social y las medidas sanitarias tomadas para evitar brotes y contagios.

No existe una sino muchas respuestas al dilema que enfrentamos en nuestros hogares sobre cómo aprovechar de la manera más eficiente y productiva la tecnología que tenemos a nuestro alcance. No hay receta perfecta ni fórmula a copiar, cada caso en particular, cada situación y realidad, cada familia deberá encontrar su propia ruta y tomar su propia decisión, lo que para una familia puede resultar beneficioso, para otra puede no serlo.

Existen muchas recomendaciones generales, entre ellas, limitar el tiempo de entretenimiento en pantalla a una o dos horas por día, monitorear el tipo de contenidos que ven nuestros hijos, evitar dar a niños menores de dos años teléfonos inteligentes o dispositivos móviles como juguete sino mejor favorecer que exploren su entorno físico y sensorial de manera directa. Son consejos útiles para ayudarnos a tomar las mejores decisiones en un tema que genera desde preocupaciones hasta conflictos interpersonales en las familias.

En mi experiencia personal uno de los mejores consejos, aunque bastante difícil de cumplir, es enseñar con el ejemplo de que es posible mantener un balance saludable, sin sacrificar la productividad, en el uso de los dispositivos móviles y equipos tecnológicos en casa. El gran reto es saber tomar decisiones apropiadas, firmes pero manteniendo un margen de flexibilidad. Lo recomendable es conversar en familia sobre este tema y tomar decisiones juntos para evitar llegar a un impasse que nos obligue a decidir entre tiempo en pantalla o tiempo en familia, ambas son necesarias y se complementan.

Los avances y la innovación tecnológica tienen que ponerse en función del desarrollo y el bienestar de la familia, de la comunidad, de nuestras sociedades.

Hace pocos meses, en lo peor de la pandemia del COVID-19 y el encierro, deseábamos poder salir, poder compartir en persona, no virtual, con nuestros familiares y amistades. Ahora, aunque enfrentamos una cuarta ola de la pandemia, tenemos el privilegio de realizar nuestras actividades diarias con mayor normalidad. Aprovechemos esta oportunidad para desarrollar más vida en familia, y no tengamos temor de hablar con franqueza en casa sobre los beneficios y los riesgos del uso de la tecnología, encontrémosle la dimensión humana a esta realidad de nuestros tiempos y aprovechémosla al máximo.

Como padres y madres, todos deseamos lo mejor para nuestros hijos e hijas, nos esforzamos y hacemos lo posible cada día para proveerles las mejores condiciones que están a nuestro alcance y en nuestro entorno para que crezcan en un ambiente seguro, con afecto y cariño, que les ayude a desarrollar plenamente sus habilidades, conocimientos e intereses. Que sientan y sepan que cuentan con nuestro apoyo en sus sueños y aspiraciones de vida, que tengan la certeza que en los triunfos y fracasos siempre sabremos encontrar juntos una sonrisa para celebrar o la fuerza para levantarse y seguir adelante, esta es la decisión más importante que tenemos que tomar y poner siempre en práctica.

*Kelly Arévalo, Abogada en El Salvador, con maestría en Derecho Internacional de Empresas y Máster Ejecutivo en Big Data. Ex Cónsul General de El Salvador en Toronto. Fundadora de www.revistasersv.com

Artículo publicado en el El Centro Newspaper de Toronto, Canadá. 3 de Septiembre de 2021.

Retorno a clases y el efecto YouTuber

Photo by Kelly Sikkema

Kelly Arévalo

Toronto, Canadá

A pesar del consejo de muchos psicólogos y de especialistas en educación de lo inapropiado que es preguntarle a un niño o una niña ¿Qué quieres ser cuando sea grande?, se continúa practicando esta vieja costumbre en actividades escolares, así como también en ambientes familiares y sociales.

Sí es difícil para los jóvenes o adultos decidir sobre la profesión, oficio o carrera que desean elegir para el resto de sus vidas, imaginémonos lo que puede pasar por la cabeza de un preescolar cuando le preguntamos ¿Qué quieres ser cuando sea grande? Es una pregunta mal formulada que más que ayudar a desarrollar inteligencia emocional y habilidades para enfrentar el futuro, se centra en ir eligiendo profesión e imponiendo patrones de conducta a una temprana edad.

Es además una pregunta desatinada en el sentido que el acelerado desarrollo tecnológico, incluyendo los avances en Inteligencia Artificial, y lo cambiante del ambiente laboral, cultural y digital hacen casi imposible prever las nuevas carreras, ocupaciones y oportunidades que existirán en quince o veinte años.

Lo curioso es que hoy en día cuando le preguntan a los niños ¿Qué quieres ser cuando seas grande? muchos responden que quieren ser YouTuber. Es una inesperada respuesta que pone en pánico o en “modo decepción” a muchos padres.

La realidad es que ahora cada vez más niños, niñas y jóvenes ambicionan profesiones, carreras relacionadas con el uso de la tecnología, incluyendo las redes sociales y plataformas digitales de entretenimiento como YouTube que gozan de una alta popularidad y penetración en los hogares.

Esta es una situación que me ha tocado vivir personalmente. Como madre que soy de un niño en edad preescolar me preocupo cuando veo a mi hijo identificado y seguidor de un par de YouTubers. Aunque sé que los videos y contenidos que él ve son principalmente tutoriales y experiencias del videojuego de construcción Minecraft, me preocupa el nivel de influencia que estas “celebridades digitales” están teniendo en mi hijo. ¿Cómo fue que permití a mi hijo caer en esto de los YouTubers a tan temprana edad?

Sin duda la drástica disrupción social y los largos meses de aislamiento provocados por la pandemia del COVID-19 nos hizo a muchos flexibilizar en casa las reglas del uso de los dispositivos móviles y el tiempo en pantalla.

Muchas veces me he sentido frustrada, ha sido una batalla diaria regular y negociar con mi hijo el uso de la Tablet. Con la pandemia como muchos fuimos cediendo, pensamos que para compensar el aislamiento social no nos quedaba otra que ampliar el tiempo para la “entretención y el juego digital”. Ahora veo con preocupación la creciente dependencia y el grado de influencia que los YouTubers puedan tener en mi pequeño hijo.

Muchos niños quieren ser YouTubers porque esos personajes son sus referentes y se identifican con sus comentarios y estilos de vida.

Sin embargo, los niños aún no son capaces de discernir a cabalidad entre realidad y ficción, muchos aún no son capaces de regular sus propias emociones, las empresas digitales saben esto y producen contenidos atractivos para que los niños hagan interminables y adictivos clicks de un video a otro, pasando horas frente a los dispositivos y entrando en frustración o agresividad cuando se les pide dejar la pantalla. Como padres tenemos grandes retos para saber enfrentar esta compleja realidad.  

No es que la batalla esté perdida, en casa hemos hecho lo posible de ofrecerle a nuestro hijo otras oportunidades de entretenimiento, acampar, salir a los parques, experimentar y jugar con plantas y siembra, contar historias, jugar, ver películas juntos, pintar, y muchas cosas más. Además hemos puesto reglas para regular el uso de la Tablet, por ejemplo no se usa a la hora de comidas, se puede encender solamente después de tomar el desayuno, no se lleva a los paseos fuera de casa ni al salir en automóvil, después de una hora de uso hay que hacer un cambio de actividad para descansar la vista y estirar el cuerpo. Estas reglas también nos ayudan en la autodisciplina, es un desafío con el que tenemos que lidiar cada día.

Los niños y niñas necesitan gastar su energía a través de actividad física, ellos aprenden mucho con las herramientas tecnologías pero también necesitan desarrollar su inteligencia emocional, habilidades sociales, el lenguaje y sobre todo echar andar su imaginación, disfrutar de actividades abiertas y el juego simbólico, este último es muy importante ya que favorece el conocimiento y la comprensión del entorno y de la realidad que los niños van adquiriendo a través del juego.

Hay interminables y buenas oportunidades educativas digitales, los dispositivos móviles pueden usarse como valiosas herramientas educativas para acceder y crear contenidos de calidad, apropiados para cada edad. Esto lo comprobamos durante el pasado año escolar que se desarrolló casi en su totalidad de manera virtual. Sin embargo las medidas sociales y sanitarias impuestas por la pandemia interrumpieron los procesos normales de socialización y juego infantil.

En unas semanas finalizan las vacaciones de verano, la mayoría de estudiantes regresarán de manera presencial a sus escuelas y salones de clases. En mi caso mi hijo está emocionadísimo ya que va a volver a encontrarse con sus amigos en primer grado y van a poder correr y jugar juntos en el patio de la escuela. Mi expectativa es que con el retorno a la escuela también baje la dependencia de la Tablet y la influencia de los YouTubers en mi hijo.

Espero que se haga realidad esta expectativa y que los estudiantes aprovechen y disfruten el tan esperado retorno a clases, todavía usando mascarilla y atendiendo los protocolos y medidas biosanitarias para ayudar a evitar futuros brotes o confinamientos por nuevas olas de contagio.

*Kelly Arévalo, Abogada en El Salvador, con maestría en Derecho Internacional de Empresas y Máster Ejecutivo en Big Data. Ex Cónsul General de El Salvador en Toronto. Fundadora de www.revistasersv.com

Artículo publicado en el El Centro Newspaper de Toronto, Canadá. 19 de Agosto de 2021.